Un año más, decimos NO AL PINKWASHING.
La investigación es absolutamente necesaria para combatir el cáncer de mama y mejorar la esperanza de vida y el bienestar de quienes lo padecen. La investigación necesita recursos, pero ¿es ético utilizar esta necesidad como excusa para hacer caja? No todo vale en publicidad, no a pinkwashing.
Desde hace algunos años, el 19 de octubre (ahora ya todo el mes de octubre) se ha convertido en el Día Internacional del “marketing rosa” para muchas empresas, que ven que un packaging de color rosa y la promesa de donar una parte del precio de compra -a veces irrisoria- a la lucha contra el cáncer de mama, aumenta considerablemente su cifra de ventas a costa de la buena voluntad y/o la falta de información del consumidor. Los productos rosa son bonitos y contribuyen a tranquilizar conciencias, pero generalmente se gasta más en las campañas publicitarias que en las donaciones en sí. En Sinu creemos que las campañas de donación deberían ser transparentes.
Infórmate y después, decide
Antes de contribuir en una de las campañas rosa, te proponemos que inviertas unos minutos en conocer mejor la acción y la empresa que la promueve. ¿Qué cantidad de la compra va destinada a respaldar programas contra el cáncer de mama? ¿Qué programas son? ¿Cuál es la filosofía y política de la empresa que la promueve? ¿Y sus productos o servicios? ¿Hay coherencia entre la campaña y la filosofía de marca?
Aunque parezca increíble, existe una marca de cerveza que ha lanzado un producto con 7.5 % de alcohol -beber alcohol es un factor de riesgo de cáncer demostrado- con un packaging rosa y la promesa de recaudar fondos para apoyar a las mujeres víctimas de la enfermedad. En los últimos años, también hay quien ha sacado los colores a KFC por sus cubos rosas de pollo frito catalogándolos como el colmo de la vergüenza del pinkwashing: un mal patrón alimentario es otro de los factores de riesgo relacionados con la enfermedad. Te invitamos a hacer este tipo de análisis de coherencia del mensaje antes de dejarte seducir por un envase de color rosa.
El cáncer de mama no es rosa, duele
El color rosa se asocia a feminidad así como a belleza, dulzura, calma y bienestar. Pero el cáncer de mama es miedo e incertidumbre, cambios corporales, dolor y, a veces, hasta muerte. El rosa que cubre los escaparates y hasta monumentos en todo el mundo durante el mes octubre parece sugerir que el cáncer de mama no es tan terrible, sin embargo la vida de las pacientes que lo padecen no suelen ser precisamente de color de rosa. ¿Cómo es posible que sea rosa el símbolo de la lucha contra el cáncer de mama?
Si de verdad deseas contribuir a mejorar los recursos destinados a la lucha contra el cáncer, ¿por qué no donar directamente a asociaciones que trabajan cada día del año en pro de la causa? Puedes contribuir durante todo el año, no solamente en octubre, y hay infinidad de entidades y asociaciones donde hacerlo.
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